El negocio del Ártico
A lo largo de la historia geológica del planeta Tierra, el Ártico ha experimentado modificaciones climáticas, que han alternado periodos de glaciación y deshielo, y que se han sucedido de forma natural. El aumento de la temperatura y el cambio climático actual está sucediendo a un ritmo mucho más elevado, impactando significativamente en la zona, pero el principal problema que afecta al Ártico es el fenómeno del deshielo, la consecuencia principal del cambio climático.
Este fenómeno provoca efectos en los ecosistemas árticos, que dependen del hielo marino para su supervivencia, y obliga a las especies a reconfigurar sus fuentes de alimento y refugio. Otro de los elementos que más sufre los efectos del cambio climático es el permafrost. Su deshielo provoca la liberación de CO2 y metano a la atmósfera contribuyendo a acelerar el calentamiento. Pero además el deshielo del permafrost alerta sobre la liberación de patógenos que han permanecido en estado letárgico durante siglos. Por su parte, las nuevas posibilidades económicas y comerciales que brinda el deshielo en la región suponen a su vez un deterioro mayor del medio natural fomentando el propio de deshielo.
Un posible escenario de futuro podría verse caracterizado por la aparición de una nueva pandemia a escala mundial, con origen en un microorganismo procedente del medio natural, cuya activación sea consecuencia del deshielo. Del deshielo puede originarse también la gran oportunidad de estudio de estos microorganismos por la ciencia, pues sin duda la explosión de nuevas formas biológicas es una gran oportunidad para la ciencia y para avanzar en el conocimiento. La Unión Europea debe saber encontrar en la adversidad la oportunidad de ampliar las investigaciones científicas que despliega en el Ártico, y generar sinergias nacidas de la investigación científica en su industria farmacéutica. Además, debe ser capaz de adelantarse a la fatalidad de un nuevo problema de salud, con repercusión a nivel mundial en forma de pandemia, anticipándose con un sistema de vigilancia y alerta temprana.
El presente trabajo recorre el camino de las consideraciones situacionales que debería considerar la inteligencia de la Unión Europea, para pasar después a señalar los peligros y amenazas del deshielo, haciéndose eco de un posible y dramático escenario de futuro, al que, como respuesta, tras aplicar la técnica de análisis FODA, se le encuentra solución en un proyecto cuya labor fundamental es la prevención y la anticipación.
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