Análisis de la Brújula Estratégica de la UE y propuestas para su mejora
La UE considera como amenaza aquello que impida proteger a sus ciudadanos, evitar la paz y la seguridad mundiales, así como que sus intereses se vean desprotegidos o vulnerables ante cualquier agente exterior.
Este documento pretende realizar un análisis de la Brújula Estratégica para la Seguridad y Defensa de la Unión Europea (UE), documento aprobado por los países miembros de la UE en noviembre de 2021. La finalidad del mismo es poder aportar un punto de vista diferencial a los ministros de asuntos exteriores, defensa y relaciones con la Unión Europea para que puedan realizar mejoras, reflexionar sobre las propuestas, o implementar nuevas fases dentro de la misma.
1.1. Motivaciones para la creación de la Brújula Estratégica
La Unión Europea comenzó a trabajar en la elaboración de la Brújula Estratégica (Strategic Compass) en 2020, basándose en un Análisis de Amenazas que no fue respaldado por los líderes de la UE y que fue clasificado. Sin embargo, varios acontecimientos que tuvieron lugar durante el transcurso del año 2021, reactivaron el debate en torno a la necesidad de reforzar la defensa de la Unión Europea. En abril de 2021, Rusia desplegó tropas y armamento a lo largo de la frontera de Ucrania, hecho que recordó a la anexión ilegal de Crimea y la Guerra del Donbás del año 2014. Más tarde, en agosto de 2021, Kabul fue tomada por los talibanes provocando la salida de tropas de la OTAN y delegaciones diplomáticas occidentales de Afganistán.
Además de estos sucesos, la propia UE ha declarado que el entorno de seguridad internacional actual es tremendamente incierto. Más allá de las amenazas tradicionales que venía gestionando desde hace años, tales como el terrorismo y los conflictos regionales dentro y fuera de sus fronteras, ahora Europa se enfrenta a nuevos desafíos más difíciles de contrarrestar y que marcan el entorno estratégico de la Unión. Entre los desafíos a los que hace frente la UE destacan las amenazas híbridas, que se caracterizan por su especial complejidad.
El origen de estas amenazas se encuentra en los competidores estratégicos que utilizan herramientas como las campañas de desinformación, los ciberataques, la coerción económica, la inmigración irregular e incluso el chantaje energético; para poner a prueba su resistencia, perjudicar sus capacidades de defensa y dificultar un acceso seguro a los dominios marítimo, aéreo, cibernético y espacial
De todas ellas, los ciberataques suponen una principal preocupación, en particular manifestados en intrusiones cibernéticas respaldadas por ciertos países y dirigidas contra infraestructuras críticas, así como en ataques de ransomware, cada vez más frecuentes. El terrorismo continúa representando uno de los principales retos para la seguridad nacional y la estabilidad de los Estados miembros.
Esta amenaza está especialmente presente en los países situados a orillas del Mediterráneo, y deriva de otros desafíos como la migración irregular, la radicalización violenta y el crimen organizado. Las regiones del Sahel, África Central, el Cuerno de África y el Golfo de Guinea son el epicentro de esta amenaza. La causa de esto es que son zonas marcadas por un alto nivel de pobreza, falta de gobernanza y por la presencia de grupos terroristas y bandas de mercenarios, lo que las convierte en áreas inestables y propensas al conflicto.
El aumento de la proliferación de armas de destrucción masiva también es considerado una amenaza para la Unión, siendo especialmente peligrosos los programas nucleares de Corea del Norte, Irán, Rusia y China, y teniendo en cuenta que cada vez más países deciden no respetar el Tratado de No Proliferación. El cambio climático es otro de los retos a los que se enfrentan los 27, debido a que es el principal causante del aumento de fenómenos naturales extremos que repercuten de forma profunda en las infraestructuras energéticas cruciales, las actividades agrícolas y la escasez de recursos naturales. Estos efectos agravan las desigualdades sociales existentes, fomentan los movimientos de población y dejan a las comunidades vulnerables expuestas a nuevos riesgos.
En el contexto europeo actual, marcado por la invasión rusa de Ucrania, la seguridad energética es un elemento crucial para la seguridad y defensa de la Unión, particularmente dada la dependencia que algunos países tienen de los hidrocarburos rusos. Esta situación marca las relaciones entre la UE y Rusia, un país que no ha dudado en utilizar sus recursos naturales como instrumento de presión política.
La Brújula Estratégica surge con la intención de prevenir y neutralizar tanto éstos, como otros desafíos, con el horizonte puesto en mejorar la capacidad de la institución a la hora de actuar, y hacerlo de una forma más autónoma y decisiva en el ámbito de la seguridad y la defensa. Para ello, algo clave es el fomento de la cooperación entre los 27, una tarea complicada.
teniendo en cuenta que cada país tiene sus propias prioridades y capacidades y que estas pueden ser muy variables. En definitiva, con este proyecto la UE pretende adoptar un enfoque proactivo que salvaguarde a sus ciudadanos, defienda sus intereses, promueva sus valores, y le permita colaborar con sus socios para garantizar la estabilidad de la región.